Señor Ruega por Nosotros

jueves, 30 de junio de 2011

Oraciòn de los Jovenes



SEÑOR, AQUI ESTOY OTRA VEZ ANTE TI
PARA PEDIRTE QUE ME PERDONES
SI EN ALGO TE HE OFENDIDO,
OLVIDANDOME DE CUANTO ME QUIERES,
SIN PENSAR QUE SIEMPRE ME ESTAS VIENDO.
PERDON JESUS.
 
GRACIAS PORQUE SIEMPRE
ESTAS AQUI CONMIGO
PARA ESCUCHARME Y PERDONARME.
 
TE PIDO POR LOS JOVENES, QUE COMO YO,
A VECES NO SABEMOS VALORAR
CUANTO NOS DAS SIN MERECERLO.
TE PIDO SABIDURIA Y ENTENDIMIENTO
PARA PODER COMPRENDER
CUAL ES TU VOLUNTAD.
 
TE PIDO QUE LOS JOVENES DE HOY
SIGAN TU CAMINO, 
COMO ESTOY TRATANDO DE SEGUIRLO YO,
PARA QUE MAÑANA QUE SEAMOS ADULTOS
SEAMOS MEJORES PERSONAS Y AGRADARTE MAS,
 
AYUDAME A SEGUIR EL EJEMPLO DE SAN GERARDO,
QUE SIENDO MUY JOVEN,
SE FUE PARA ALABARTE Y BENDECIRTE
MAS CERCA EN EL CIELO,
PERO QUE EN LA VIDA TAN CORTA
QUE TUVO EN ESTA TIERRA,
LOGRO SER UN MODELO
DE OBEDIENCIA Y HUMILDAD
PARA LOS JOVENES Y NIÑOS.
 
GRACIAS SEÑOR POR LA JUVENTUD
Y LA ALEGRIA QUE NOS DA TU AMOR,
QUE ES LA GASOLINA
QUE PRENDE NUESTRO CORAZON.
 
ERES LA LUZ EN LA OBSCURIDAD,
ERES LO MÁS GRANDE Y BELLO QUE PUEDE EXISTIR.
Y CUANDO ESTOY ASI TAN EN CONFIANZA CONTIGO,
YA NO TENGO GANAS DE PECAR MAS,
 
AYUDAME A QUERERTE MAS, A CREERTE MAS,
QUE ESTE AMOR QUE AHORA SIENTO POR TI
NO SE APAGUE JAMAS.
 
AMEN.

Demos Gracias al Señor

DEMOS GRACIAS AL SEÑOR
DEMOS GRACIAS
DEMOS GRACIAS AL SEÑOR(2)

Por las mañanas las aves cantan
las alabanzas a Cristo Salvador. (2)

Y por las tardes las flores cantan
las alabanzas a Cristo Salvador. (2)

Y por las noches los cielos cantan
las alabanzas a Cristo Salvador. (2)

Y a todas horas los hombres cantan
las alabanzas a Cristo Salvador. (2)

Ave Maria

(CORO)
Ave, Ave María.
Ave, Ave María.

El trece de Mayo, la Virgen María bajó
de los Cielos a Cova de Iría.

(CORO)
Ave, Ave María...

A tres pastorcitos la Madre de Dios
descubre el misterio de su corazón.

(CORO)
Ave, Ave María...

El Santo rosario, Constantes, Rezad,
Y la paz del Mundo el Seño dará.

miércoles, 29 de junio de 2011

Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)





 “De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”. De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, a Madre Teresa de Calcuta le fue confiada la misión de proclamar la sed de amor de Dios por la humanidad, especialmente por los más pobres entre los pobres. “Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mi para que seamos su amor y su compasión por los pobres”. Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por Él y ardiendo con un único deseo: “saciar su sed de amor y de almas” .
Esta mensajera luminosa del amor de Dios nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, una ciudad situada en el cruce de la historia de los Balcanes. Era la menor de los hijos de Nikola y Drane Bojaxhiu, recibió en el bautismo el nombre de Gonxha Agnes, hizo su Primera Comunión a la edad de cinco años y medio y recibió la Confirmación en noviembre de 1916. Desde el día de su Primera Comunión, llevaba en su interior el amor por las almas. La repentina muerte de su padre, cuando Gonxha tenía unos ocho años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez financiera. Drane crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo grandemente en el carácter y la vocación de si hija. En su formación religiosa, Gonxha fue asistida además por la vibrante Parroquia Jesuita del Sagrado Corazón, en la que ella estaba muy integrada.
Cuando tenía dieciocho años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí recibió el nombre de Hermana María Teresa (por Santa Teresa de Lisieux). En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad de Loreto Entally en Calcuta, donde enseñó en la Escuela para chicas St. Mary. El 24 de mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión perpétua convirtiéndose entonces, como ella misma dijo, en “esposa de Jesús” para “toda la eternidad”. Desde ese momento se la llamó Madre Teresa. Continuó a enseñar en St. Mary convirtiéndose en directora del centro en 1944. Al ser una persona de profunda oración y de arraigado amor por sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los veinte años que Madre Teresa transcurrió en Loreto estuvieron impregnados de profunda alegría. Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús entre sus compañeras con fidelidad y alegría. 

DIOS PADRE DIVINA PROVIDENCIA



"Confiad a lo más secreto de la Providencia divina las molestias que encontréis y creed firmemente que Dios os conducirá con dulzura, por lo que hace a vuestra vida y a vuestros asuntos.". San Francisco de Sales
"Cuando nos falta toda humana asistencia, entonces debemos esperar más de la asistencia de Dios." San Ambrosio
"Ni aún por las cosas necesarias debemos inquietamos, ni confiar en ellas cuando las tenemos: cada uno debe dejar este cuidado a la divina Providencia." San Basilio
"En la oración hay un obstáculo que consiste en pensar que la Providencia de Dios no se ocupa de las cosas de este mundo." Santo Tomás

domingo, 26 de junio de 2011

El Valor de la Humildad



Cuando un hombre se humilla por sus defectos, entonces fácilmente aplaca a los otros, y sin dificultad satisface a los que lo odian.
Dios defiende y libra al humilde; al humilde ama y consuela; al hombre humilde se inclina; al humilde concede gracia, y después de su abatimiento le levanta a gran honra.
Al humilde descubre sus secretos, y le trae dulcemente a Sí y le convida.
El humilde, recibida la ofensa, está en  paz; porque está en Dios y no en el mundo…
Ponte primero a ti en paz, y después podrás apaciguar a los otros.
El hombre pacífico aprovecha más que el muy letrado.
El hombre apasionado, aun el bien convierte en mal, y de ligero cree lo malo. El hombre bueno y pacífico todas las cosas echa a la buena parte.
El que está en buena paz, de ninguno sospecha.
El descontento y alterado, con diversas sospechas se atormenta: ni él sosiega ni deja descansar a los otros. Dice muchas veces lo que no debiera, y deja de hacer lo que más le convendría. Piensa lo que otros deben hacer, y deja él sus obligaciones.
Ten, pues, primero celo contigo, y después podrás tener buen celo con el prójimo.



vivirconcristo.wordpress.com



Oraciòn para ser un buen Estudiante

Señor, recuérdame con frecuencia
la obligación que tengo de estudiar,
hazme responsable:
Que santifique mi trabajo de estudiante.
Que prepare bien mi misión en la vida.
Que sepa agradecer el privilegio de poder estudiar.
Que me capacite a conciencia.
Que haga rendir mi juventud.
Que haga una buena sementera de mi inteligencia.
Dame humildad para echarme en cara la negligencia
con que cumplo a veces mis tareas.
Dame valentía y constancia para aprovechar
todos los instantes en el estudio.
Enséñame a estudiar con método,
a leer con reflexión y
a consultar a los que saben más
para, el día de mañana, ser útil a mis hermanos
y un verdadero dirigente de la humanidad.
Amén.

sábado, 25 de junio de 2011

Señor ayudame aceptar con paz la enfermedad




Ayùdame, Señor, a obtener el fruto espiritual
que Tù pretendes con esta enfermedad que me has enviado.

Haz que comprenda que las enfermedades del cuerpo me ayudan a
conseguir un conocimiento màs perfecto del mismo, a desprenderme de
todo lo creado y me invitan mediante la espontànea reflexiòn que trae
consigo, sobre la brevedad de la vida, a trabajar con màs empeño y
seriedad en preparar mi alma para la vida futura donde no existe ni
enfermedad ni pena, sino eterno gozo.

Plegaria por la Paz





Y al Creador de la naturaleza y del hombre, de la verdad y de la belleza suplico:
Escucha mi voz, pues es la voz de las víctimas de todas las guerras y de la violencia entre individuos y las naciones.
Escucha mi voz, pues es la voz de todos los niños que sufren y sufrirán cuando las gentes pongan su fe en las armas y en la guerra.
Escucha mi voz cuando te ruego que infundas en el corazón de todos los hombres la sabiduría de la paz, la fuerza de la justicia y la alegría de la confraternidad.
Escucha mi voz, pues hablo por las multitudes de todos los países y de todos los períodos de la historia que no quieren la guerra y están preparados a caminar por sendas de paz.
Escucha mi voz y concédenos discernimiento y fortaleza para que podamos responder siempre al odio con amor, a la injusticia con la dedicación total a la justicia, a la necesidad compartiendo de lo propio, a la
guerra con la paz.

¡Oh Dios! Escucha mi voz y concede en todo el mundo tu eterna paz  Amén.

Santa Teresa De Jesùs de los Andes

La joven que hoy es glorificada en la Iglesia con el título de Santa, es un profeta de Dios para los hombres y mujeres de nuestro tiempo. TERESA DE JESUS DE LOS ANDES, con el ejemplo de su vida, pone ante nuestros ojos el evangelio de Cristo, encarnado y llevado a la práctica hasta las últimas exigencias. Ella es para la humanidad una prueba indiscutible de que la llamada de Cristo a ser santos, es actual, posible y verdadera. Ella se levanta ante nuestros ojos para demostrar que la radicalidad del seguimiento de Cristo es lo único que vale la pena y lo único que hace feliz al hombre.
Teresa de Los Andes, con el lenguaje de su intensa vida, nos confirma que Dios existe, que Dios es amor y alegría, que El es nuestra plenitud. Nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900. En la pila bautismal fue llamada Juana Enriqueta Josefina de los Sagrados Corazones Fernández Solar. Familiarmente se la conocía, y todavía se la conoce hoy, con el nombre de Juanita. Su niñez se desarrolló normalmente en el seno familiar: sus padres, don Miguel Fernández y Lucía Solar; sus tres hermanos y dos hermanas; el abuelo materno, tíos, tías y primos. La familia gozaba de muy buena posición económica y conservaba fielmente la fe cristiana, viviéndola con sinceridad y constancia.
Juana recibió su formación escolar en el colegio de las monjas francesas del Sagrado Corazón. Entre la vida estudiantil y la vida familiar se desarrolló su corta e intensa historia. A los catorce años de edad, inspirada por Dios, decidió consagrarse a El como religiosa, en concreto, como carmelita descalza. Su deseo se realizó el 7 de mayo de 1919, cuando ingresó en el pequeño monasterio del Espíritu Santo en el pueblo de Los Andes, a unos 90 kms. de Santiago. El 14 de octubre de ese mismo año vistió el hábito de carmelita, iniciando así su noviciado con el nombre de Teresa de Jesús. Sabía desde mucho antes que moriría joven. Más aún, el Señor se lo había revelado, pues ella misma lo comunicó a su confesor un mes antes de su partida.
Asumió esa realidad con alegría, serenidad y confianza. Segura de que continuaría en la eternidad su misión de hacer conocer y amar a Dios. Después de muchas tribulaciones interiores e indecibles padecimientos físicos, causados por un violento ataque de tifus que acabó con su vida, pasó de este mundo al Padre al atardecer del 12 de abril de 1920. Había recibido con sumo fervor los santos sacramentos de la Iglesia y el 7 de abril había hecho la profesión religiosa en el artículo de la muerte. Aún le faltaban 3 meses para cumplir los 20 años de edad y 6 meses para acabar su noviciado canónico y poder emitir jurídicamente su profesión religiosa. Murió como novicia carmelita descalza.

Las 12 promesas del Sagrado Corazòn de Jesùs


El Señor hizo a Santa Margarita María de Alacoque las siguientes promesas para todos los devotos de su Sagrado corazón:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado.
2. Daré paz a sus familias.
3. Los consolaré en todas sus aflicciones.
4. Seré su amparo y refugio seguro durante su vida, y principalmente en la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus obras que redunden en mi mayor gloria.
6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.
7. Las almas tibias se harán fervorosas.
8. Las almas fervorosas se elevarán con rapidez a gran perfección.
9. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los pecadores más endurecidos.
10. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y honrada.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás serán borrados de él.
12. Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi amor todopoderoso otorgará a cuantos comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán privados de mi gracia ni de recibir los sacramentos, pues mi divino Corazón se convertirá para ellos en seguro asilo en aquella hora postrera.

Oraciòn al Sagrado Corazòn de Jesùs

Oh Señor mi dulce amigocuatro cosas hoy te pido
con mucha necesidad.
Paciencia para sufrir
Fuerza para trabajar
Valor para resistir
las penas que han de venir
y me han de mortificar.
Temperamento sereno
para poder resolver
las cosas con santa calma.
Y así tener en el alma
perfecta tranquilidad.
Esto tengo que pedirte
oh mi Jesús adorado
en este día consagrado
para adorarte y servirte
por siempre.
Amén.


viernes, 24 de junio de 2011

Jesùs esta en la Ventana



Había un niño que visitaba a sus abuelos en su granja.
Le dieron una Resortera para que jugara afuera en el campo.
Él practicó en el campo, pero nunca pudo darle a su objetivo.
Ya un poco desanimado regresó a la casa para la cena.
Mientras caminaba de regreso vio el pato más querido por su abuela.
Y como un impulso, él le dejo ir un golpe con la resortera, le pegó al pato en la cabeza y lo mató.
Él estaba impresionado y consternado.
En un momento de pánico, él escondió el pato muerto entre una pila de Madera, en ese momento vio que su hermana lo estaba observando.
Sally lo había visto todo, pero no dijo nada.
Después del almuerzo del siguiente día, la abuela dijo, "Sally vamos a lavar los platos".
Pero Sally dijo "Abuela Johnny me dijo que el quería ayudarte en la cocina.
Luego le susurró a él "Recuerdas el Pato?" Así que Johnny lavó los platos.
Más tarde ese día, el Abuelo les pregunto a los niños si querían ir a pescar, y la Abuela dijo, "Lo siento pero necesito que Sally me ayude a hacer las compras" Sally solo sonrió y dijo "Bueno, no hay problema porque Johnny me dijo que quería ayudar. Ella susurro nuevamente "Recuerdas el Pato?"
Así que Sally se fue a pescar y Johnny se quedó ayudando.
Después de varios días en los cuales Johnny hacia tanto sus tareas como las de Sally, él finalmente no pudo soportarlo más.
Él le confesó a su Abuela que había matado el pato.
La Abuela se arrodillo, le dio un abrazo y dijo. "Corazón, Yo lo sé.
Sabes, yo estaba parada en la ventana y vi todo lo que pasó.
Pero porque te Amo, yo te perdono.
Sólo me preguntaba cuánto tiempo mas permitirías que Sally te hiciera su Esclavo."!
Así que para este día y los que están por venir:
Lo que sea que haya en tu pasado, lo que sea que hayas hecho y el Diablo continúe restregándotelo en tu cara (mentiras, deudas, miedos, odios, ira, falta de perdón, amargura, etc.) lo que sea, tú necesitas saber que Jesús estaba parado en la ventana y Él vio todo lo sucedido.
Él ha visto tu vida completa, Él quiere que sepas que te Ama y que estás perdonado, Él sólo se está preguntando cuánto tiempo dejarás que el Diablo te hago un esclavo.
Lo maravilloso de Jesús es que cuando tú pides perdón, Él no solo te perdona si no que olvida - Porque somos salvos por medio de la Gracia y Misericordia de Jesús.
Anda y haz la diferencia en la vida de alguien este día, comparte ésto con un amigo y recuerda siempre: Jesús está en la Ventana!

Paz en la Tormenta



Muchas veces yo me siento igual que tú,
mi corazón anhela algo real, una virtud,
el Señor viene a mí y me ayuda a seguir...
en paz y en medio de la tormenta.

Puedes tener Paz en la tormenta,
Fe y Esperanza cuando no puedas seguir.
Aún con tu mundo hecho pedazos el Señor guiará
tus pasos... en paz y en medio de la tormenta.
Cuando lloras por las veces que intentaste
y trataste de olvidar las lágrimas que lloraste;
cuando solo tienes pena, tristeza
y un futuro incierto que te espera, recuerda:
Puedes tener Paz en la tormenta,
Fe y Esperanza cuando no puedas seguir.
Aún con tu mundo hecho pedazos, el Señor guiará
tus pasos... en paz y en medio de la tormenta.
Yo lo sé, pues lo viví cuando alguien destrozó
mi corazón sin razón y se fue sin ninguna explicación;
cuando más solo estuve, rodeado de tanta gente...
el Señor me dio Paz, en medio de la tormenta
.

Poema a Cristo en el Sagrario



¿Dónde estás?
Te grité aquella mañana temblando
de dolor, desesperado,
y mi tristeza se elevó hecha grito
en la tranquila paz de tu Sagrario.

¿Dónde estás?
Volví a gritar con voz más fuerte
quebradas las barreras de mi llanto.
¡No puedo soportar este silencio!

¿Dónde estás, mi Señor?
¡Te estoy buscando!

"¡ AQUÍ ESTOY !"
gritaste en mi conciencia.
Y un mendigo cubierto con harapos
me vino a visitar en mis recuerdos
cargando su silencio resignado.
En su mano tendida había tristeza,
en su mirada mucho de cansancio,
caminando las calles de la vida
¡Cuántas veces sin verlo lo he cruzado!

"¡ AQUÍ ESTOY !"
repetiste con voz firme.
Y recordé aquel niño abandonado
que acurrucado en el banco de una plaza
encontré esta mañana tiritando.
Aunque era niño descubrí en sus ojos
la dolida mirada de un anciano
cansado ya de haber visto todo
aunque había vivido pocos años.

"¡ AQUÍ ESTOY !"
Y recordé de pronto
el andar vacilante del borracho
que con paso inseguro por las calles
andaba su bochorno y su cansancio.

"¡ AQUÍ ESTOY !"
Y vino a mi memoria
la mirada perdida del muchacho
que buscaba en el mundo de las drogas
las sensaciones que aún no había encontrado.

"¡ AQUÍ !"
dijiste, y yo cerré mis ojos
recordando los ojos de cansancio
de aquella prostituta que en las noches
traficaba su cuerpo manoseado.

"¡ AQUÍ !"
agregaste, y recordé al hambriento
revolviendo los tachos del mercado
buscando mitigar su hambre de siglos
en los restos que otros hombres despreciaron.

"¡ AQUÍ !"
gritaste, y vino a mi memoria
la cama del enfermo abandonado,
el jadeante respirar del perseguido,
el llanto sordo del desheredado.
La vergüenza de los hijos naturales
el estéril clamor del condenado
que fueron de los vientres arrancados.


"¿DÓNDE ESTOY,
has venido a preguntarme?"

"¡ AQUÍ ESTOY !"
en el dolor de tus hermanos.
¡Deja de contentarte reviviendo
en los artísticos cuadros mi calvario!
Yo cargo con dolor todos los días
la dura cruz de los desheredados,
continúo sufriendo en los que sufren
y en su sangre me sigo desangrando...

¡Quita mi imagen de la cruz que llevas,
de las imágenes sin vida estoy cansado!
¡Cansado estoy del arte de los hombres
que al mundo siempre me ha mostrado!
Yo acepté libremente mi designio
y a la cruz fui a morir enamorado.
¡Pero he resucitado al tercer día
y entre mi gente sigo caminando!

¡Yo no soy un pedazo de madera
ni una estatua de yeso coloreado!
Yo vivo en el dolor y el sufrimiento
de aquellos que los hombres marginaron!
andando los caminos de esta vida
revivo día a día mi calvario.
¡Mil veces me torturan y me matan
en el diario sufrir de tus hermanos!

También estoy aquí, dentro del templo
en donde esta mañana me has buscado,
pero es hora que aprendas a encontrarme
en los que viven su Via Crucis, a tu lado.
Cuando me hayas encontrado en cada uno,
y en ellos viéndome, me hayas amado...
puedes buscarme aquí, ten bien seguro,
que en el Sagrario te estaré siempre ESPERANDO.




Quienes son los Santos

Son los héroes de cada día. Héroes de la Fe y del Amor. La santidad cristiana no es una perfección levantada sobre virtudes abstractas. Entre el filósofo cristiano, que ordena su vida según una ética rigurosa, y el santo, hay una diferencia sustancial. El primero sirve a una idea, el segundo imita a una persona. El santo es la reproducción de Cristo.

Pero los santos, como limitados, no pueden agotar el modelo que pretenden reproducir. Ya es mucho que nos den alguna faceta del mismo, algún rasgo saliente que nos recuerde a Cristo. No hay dos santos iguales como no hay dos hombres iguales. Lo que se hereda con la sangre y se adquiere con la educación no es lo mismo en cada hombre y en cada mujer. Sobre esta materia humana trabaja el Espíritu de Jesús, para que la fisonomía de cada santo y de cada santa conserve sus trazos característicos e inconfundibles, sin que resulte la reproducción en serie del mismo cliché. Los santos difieren sorprendentemente unos de otros, aunque todos conserven un aire de familia, que les viene de su parecido común con Jesús.

Los santos no fueron estatuas. Vivieron, se movieron, conversaron y también, a veces, pecaron. Ante sus contemporáneos no siempre tuvieron aquella aureola que se les colocó el día de su canonización. Sus vidas pueden ejercer una saludable influencia sobre nosotros, estimulándonos a la santidad precisamente por el sistema pedagógico más eficaz: el ejemplo. Debemos conocerlos y amarlos para que nos enseñen y ayuden en el camino del seguimiento cristiano.

jueves, 23 de junio de 2011

Jesucristo Rey Novenario



ACTO DE CONTRICIÓN. Dios mío y Padre mío, que sois infinitamente bueno, os amo con todo mi corazón, y por lo mucho que os amo, me pesa de haberos ofendido.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS. Omnipotente y sempiterno Dios, que quisisteis restaurar en vuestro querido Hijo, Rey del Universo, todas las cosas, concédenos que todas las familias de las Gentes disgregadas por la herida del pecado se sometan a su suavísimo imperio. Que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar la oración del día de la Novena que corresponda.


Dia Primero


"¿A quién buscáis?-¿A Jesús Nazareno? Yo soy". Señor y Rey nuestro: siempre dejas que te descubra tu amor, aun cuando tus criaturas tan amadas por Ti, te busquen para martirizarte. Sabiendo que Tú eres Jesús Nazareno, te buscamos hoy de nuevo para prenderte otra vez, mas no con cadenas y cuerdas, sino con nuestras miserias y nuestros amores, pues sabemos es lo que más ata y sujeta tu misericordioso y amante Corazón, y así preso por amor, conducirte en triunfo al trono que te han formado los corazones amantes, para que empieces tu reinado de misericordia y amor en la tierra. Amén.
Obsequio. Cumplir con fidelidad mis obligaciones por ser lazos de amor que me unen con Jesús.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Eterno Padre, derrama tus misericordias sobre toda la tierra, reino de tu Hijo Jesús. Amén.
¡Oh Cristo Rey!, establece tu paz en tu reino. Amén.
Espíritu Santo, abrasa al mundo en tu purísima y ardiente amor. Amén.
Madre querida, une cada vez más y más a tu Hijo Divino, todo misericordia, con tus hijos, todo miseria. Amén.
San José, enséñanos a amar a Jesús y a María. Amén.


Dia Segundo


"Cristo, adivina quién te ha herido". ¡Oh Jesús amante y bueno!, aquella noche triste de tu Pasión tus ojos divinos veían a través de los siglos todos nuestros pecados y olvidos que tan dolorosamente herían tu divino Corazón, tanto, que para que tu pureza no te hiciese huir de nosotros, no tus verdugos, sino el amor vendó tus ojos, a fin de que no vieses más que almas que se perdían si Tú las dejabas.
Haz que esas almas a las que tu sangre y tus lágrimas han lavado y purificado lleguen a amarte con tanto entusiasmo, que se cierren sus ojos a todo lo que no seas Tú, Rey de sus amores.
Haz, Señor, que los hombres te conozcan y te amen. Amén.
Obsequio.Cerrar los ojos a todo lo que no sea Jesús.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Dia Tercero


"Luego Tú eres Rey? - Bien dices: Yo soy Rey.-Yo he venido al mundo para dar testimonio de la verdad.-¿Y qué es la verdad?". Dios Nuestro Señor es la verdad por esencia, y es verdad encantadora, es verdad que entusiasma el corazón; que este Dios Omnipotente se hizo hombre por mí, y me amó entre desprecios, entre burlas, entre toda clase de sufrimientos, y no por ser necesario para salvarme, pues unas gotas de su sangre bastaban para eso, sino por ser necesario al amor grande e infinito que ardía en su Corazón por las almas.
Señor, y Rey nuestro: enséñanos a amar como Tú, sin retroceder ante el sacrificio y el dolor, pues queremos sufrir y amar, para que ni un solo corazón deje de amarte; hazlos todos tuyos.-Amén.
Obsequio. Abrasarme con lo que me haga sufrir.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Dia Cuarto


"Desprecióle Herodes con todo su ejército y vistiéndole una ropa blanca, se burló y le remitió a Pilatos.". ¡Oh Jesús divino Rey nuestro!, cuán grande ha de ser nuestro amor hacia Ti, que por el nuestro quisiste ser burlado y tenido por loco, y en verdad, Jesús mío, locura de amor parece, el que la grandeza de Dios se encierre en el cuerpecillo de un Niño, que el poder de Dios esté sujeto con clavos, que este mismo Dios y Hombre se esconda en una pequeña Hostia, y enamorado venga buscando la intimidad de nuestros corazones, para tener en ellos sus delicias; Jesús amante y bueno, que el fuego de tu amor nos convierta también en pequeñas hostias, que escondidas en tu Corazón se pierdan a todas las miradas, para que Tú seas conocido y amado.
Obsequio. Huir de todo lo que me pueda hacer apreciar.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Dia Quinto


"Vamos a coronarle de Rey.-Salve, Rey de los judíos, y escupiéndole le tomaban su cofia y le herían su cabeza y le daban bofetadas." ¿Qué pensabas Jesús mío en aquella triste prisión? ¿Qué deseabas cuando eras coronado de espinas, cuando eras maltratado? Sólo dos cosas, ¡oh sabiduría y amor infinitos!: que tu Eterno Padre fuese glorificado, que las almas se salvasen; ¿y podremos pensar las almas en otra cosa que en Ti? ¿Podrán nuestros corazones desear otra cosa que el que se repitan por amor aquellas palabras «Salve Rey», pero no sólo de los judíos, sino de todas las naciones de la tierra conquistadas con tus sufrimientos y tu muerte? Que el grito «¡Vamos a coronarle por Rey! » resuene por amor en toda la tierra, ¡oh Dios mío!. Amén.
Obsequio. Apartar mi pensamiento lo que no sea Dios.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Dia Sexto


"Ecce Homo .-He aquí a vuestro Rey." ¡Oh divino Jesús!, cómo te presentan por Rey, coronada de espinas tu cabeza, tu cuerpo cubierto de heridas, llenos de lágrimas tus ojos; pero era preciso que ésa fuese tu presentación, pues no sólo eres nuestro Rey, sino nuestro modelo, y nunca mejor que entonces podías decir: "Aprended de Mi que soy manso y humilde de corazón.". Caigan, Señor, en presencia de tanta grandeza, de tanta humildad, de tanto amor, todos los idolillos que queden en nuestros corazones. Déjanos recoger tu sangre y tus lágrimas, para que derramándolas sobre los corazones de todas las criaturas seamos de nuevo purificados y envueltos en el amor. Amén.
Obsequio. Procurar con empeño la humildad.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Dia Septimo
"Señor, acuérdate de mí cuando vengas a tu reino.-En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso." Quisiéramos, Señor, presentarte en el día de tu fiesta los corazones de todos los hombres rendidos a tu amor; pero mira, Rey nuestro, cuántos millones de ellos están envueltos en las tinieblas de la muerte y del pecado y no te conocen; por ellos te pedimos nosotros que tenemos la dicha de conocer tu Corazón, todo misericordia. "Señor, acuérdate de estos desgraciados cuando estés en tu Reino", haznos, Señor, oir: "pronto, muy pronto estarán conmigo en el paraíso". Amén.
Obsequio. Actos de fe, esperanza y caridad.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Dia Octavo

"Mujer, he ahí tu hijo." "He ahí tu Madre." Mas uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y salió de él sangre y agua. ¡La Madre de nuestro Dios es nuestra Madre querida! ¡Qué felicidad y qué confianza! El Corazón de nuestro Dios es nuestro Cielo, nuestro tesoro. Madre bendita, queremos amarte como te amaba Jesús, y a El, como Tú le amabas; enséñanos las delicadezas del amor, la felicidad de la vida de unión, de unión íntima, confiada, amorosa; haznos chiquitos, muy chiquitos, para poder entrar y perdernos en el Corazón de Jesús, sin tener más móvil ni deseo que amaros y haceros amar. Amén.
Obsequio.-Consagrarme de todo corazón a la Santísima Virgen.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Dia Noveno


"Jesús Nazareno, Rey de los judíos." "Regnavit a ligno Deus" "Y al nombre de Jesús doblarán la rodilla en el Cielo, en la tierra y en los infiernos." ¡Oh Rey divino!, al presentarte en este día bendito nuestras adoraciones, te ofrecemos cuanto somos, tenemos y deseamos; no nos detiene nuestra miseria, pues eres todo misericordia; confiamos conseguir todas nuestras peticiones, pues eres todo amor y el amor atiende siempre, y te lo pedimos en unión de nuestra Reina y Madre Inmaculada y de los ángeles custodios de todas las almas.
¡Señor!, arroja de tu reino a los demonios y a todos tus enemigos y concede a la Iglesia una era de paz. Lleva a Ti en este día a las almas del Purgatorio, un perdón general a todos los pecadores y poniendo luz en sus inteligencias y amor en sus corazones, prueba una vez más que es más grande tu misericordia que nuestra malicia y miseria.
Llena de amor y pureza a los sacerdotes, a los niños y a las almas a Ti consagradas, formando de ellas esas legiones de almas puras, humildes y amantes que Tú deseas: almas pequeñitas que como granos de trigo, formen todas en una perfecta unión de intenciones y corazones con la Víctima divina del Calvario y del altar una Hostia que aplaque al Cielo por los pecados de la tierra y haga descender sobre ella perdón y misericordia para los desgraciados pobres pecadores, de esas almas que quieres sean las delicias de tu Corazón en la tierra y tu corte de amor en el Cielo.
Obsequio. Abandonarme en el Corazón de Dios.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

lunes, 20 de junio de 2011

Diferencia entre Orar y Rezar


Muchos rezan y rezan el 'Padrenuestro'.  Tal vez sea usted uno de ellos.  Déjeme preguntarle  . . .  ¿de qué le aprovecha?  ¿Cómo le afecta interiormente?  ¿Le santifica?  ¿Le acerca a Dios?  ¿Efectúa algún cambio o reajuste en la dirección de su vida? ¿Hace más tiernos sus afectos? ¿Lima sus asperezas? ¿Reorienta sus intenciones? ¿Modifica sus ambiciones? o simplemente ¿le deja igualito sirviéndole para nada?
    

 Si el 'Padrenuestro' no afecta y cambia profundamente la dirección de su vida, me temo que enfrente usted un problema titánico, una interferencia descomunal en su comunicación con el Eterno.  Se me sugiere que esto tiene que ver con el hecho de que está usted rezando en vez de estar orando.
      Existe una diferencia abismal entre rezar y orar.  Rezar es repetir una oración que otro ha pensado, expresado ó escrito.  Orar no es repetir sino hacer oración.  Orar, pues, es crear, crear oración basándose en sentimientos propios, en emociones personales, en dificultades y problemas muy de uno y no meramente estar reproduciendo como una cinta magnética las expresiones originadas en la mente de otro.  Orar es tener experiencia primaria y no secundaria, de primera mano y no de segunda.  Cuando rezamos es como si nos pusiéramos una ropa ajena, ropa usada por otro, estrenada por otro.  Cuando oramos es como cuando nos vestimos con ropa nueva que estrenamos nosotros.
     
 El rezar aplasta la creatividad y oblitera la vibración libre del alma.  El orar estimula y promueve ambas.  Rezar es dormitar.  Orar es despertar.  Rezar es aprisionarse en la cárcel del pensamiento ajeno.  Orar es soltarse en la plenitud del pensamiento propio y expansionar el espíritu en la inmensidad de Dios.  Rezar es repetir como repiten los loros.  Orar es ejercitarse inteligentemente como es propio de seres creados a la imagen de Dios.
    
 Cristo advirtió seriamente contra la práctica de rezar.  Jesús se pronunció en contra de repetir, y repetir y repetir, hasta gastar las ideas y dejarlas sin fuerza, sin sabor, y sin sentido.  Recitar y recitar una oración es desteñirla, desvirtuarla.  El Señor Jesús enseñó de esta manera: "Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos."  (Mt. 6:7)  La Versión Popular de la Biblia palabrea este versículo así: "Y al orar, no repitas palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto más hablan, más caso les hará Dios."  Bien se parafrasea este versículo así: "Cuando estés orando, no te pongas a estar repitiendo la misma oración, como los paganos, que piensan que si repiten la oración varias veces, Dios va a contestar enseguida."
     El Padrenuestro no es un rezo.  Es una oración.  Es la  oración que el Maestro enseñó a sus discípulos y no el rezo que los discípulos recitarían a su Maestro. Se la dio como un modelo, como una pauta para enseñarlos a orar, no a rezar.  Tenía como objeto enseñarlos a expresarse, no a repetir.  La intención del Cristo no era que se la embotellaran en la computadora del cerebro para repetirla lorificándola, sino para que los discípulos derivaran de ella principios, patrones, con los cuales formular sus propias oraciones y así llegaran a ser creativos conversadores con su Dios.
     

jueves, 16 de junio de 2011

Historia del Santo Rosario

 
 
El "Salterio de la Virgen María", como antiguamente se le llamaba, era la "herramienta" que utilizaban las personas sencillas que no sabían leer o que no tenían libros, para reemplazar el rezo del Salterio, es decir, los 150 Salmos de la Biblia que los religiosos tenían que rezar cada semana. Quienes no podían rezar los 150 Salmos de la Biblia, los reemplazaban por otras 150 oraciones, como por ejemplo: Padrenuestros, Credos, Ave María, etc.
Para poder llevar de una mejor manera la cuenta de las oraciones que se rezaban, hacían nudos en una cuerda o ensartaban en ella pequeñas pepitas y allí iban contando. En tumbas muy antiguas se han encontrado estas cuentas o sartas de piedrecitas. Muchos enfermos murieron rezando, y en sus manos dejaron sus familiares aquello con lo cual iban contando las oraciones que enviaban al
cielo.
 
El Rosario se compone de 59 pepitas o cuentas repartidas de la siguiente manera:
 
 
Cinco cuentas al principio, desde el crucifijo hasta donde empiezan las decenas, quizás en honor de las llagas de Cristo o de los cinco misterios que se van a meditar.
Cinco grupos de 10 cuentas, cada una para contar las 10 Avemarías de cada misterio; y entre una decena y otra, una cuenta para rezar el Padrenuestro que va al principio de cada Misterio.

La devoción del Rosario tiene ya ochocientos años de vida en la Iglesia. Un papel importante en su origen se atribuye a
Santo Domingo de Guzmán († 1221) quien recomendaba mucho a las personas que repitieran frecuentemente a la Santísima Virgen el "Ave María", pensando en los Misterios de la Vida, Pasión y Resurrección de Nuestro Señor. Él y otros padres dominicos, dedicaron su vida a propagar entre las gentes la costumbre de rezarle a la Santísima Virgen lo que antes se llamaba "Salterio de la Santísima Virgen", y que desde entonces empezó a llamarse "Rosario de Nuestra Señora".
La tradición cuenta que en el año 1208, María, la Madre de Dios, enseñó personalmente a
Santo
 Domingo, a través de una visión, cómo rezar el Rosario y le dijo que propagara esta devoción a todas las naciones y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.
En los tiempos del Padre Domingo de Guzmán se vivía un importante conflicto de orden religioso: los protagonistas eran un grupo herético llamado "albigenses" (originarios de Albi, al sur de Francia); pretendían difundir una doctrina que afirmaba que existían dos dioses: uno del bien y otro del mal. El Dios bueno fue quien creó todo lo espiritual, mientras que el dios malo fue quien creó todo lo material. En consecuencia, para los albigenses todo lo material era malo, incluyendo el cuerpo. Esto significaba que Jesús, al hacerse hombre y tener un cuerpo, no podía ser bueno y por consiguiente no podía ser Dios. Además, los albigenses también negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios; se rehusaban a reconocer al Papa y establecieron sus propias normas y creencias.
 
En esos tiempos (siglo XII), los problemas trataban de solucionarse por medio de la guerra, pues se pretendía obligar a todos a pensar de determinada manera, los cristianos para defender su fe, participaban en ella, eran las batallas conocidas como "cruzadas".
Santo Domingo evitó asociarse a la cruzada contra los albigenses, prefiriendo la acción pacífica a los horrores de la guerra, por lo que se dio a la tarea de ir a Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albigense. Trabajó por años en medio de estas personas y por medio de sus predicaciones, oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos; pero muy a menudo estas personas se retractaban debido al temor de ser ridiculizados, a pasar trabajos forzados o recibir algún tipo de represalia. Domingo dio inicio también a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas en un convento que se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen.
 
Santo Domingo contaba que veía a la Virgen sosteniendo en su mano un rosario y que le enseñó a recitarlo; dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. El Santo se levantó muy consolado y abrazado de celo por el bien de estos pueblos, entró en la Catedral y en ese momento sonaron las campanas (por intervención de los ángeles) para reunir a los habitantes.
Al principio de la predicación se levantó una espantosa tormenta, la tierra tembló, el sol se nubló y los repetidos truenos y relámpagos hicieron estremecer y palidecer a los oyentes.
 
La tormenta cesó al fin por las oraciones de Santo Domingo. Continúo su discurso y explicó con tanto fervor y entusiasmo la excelencia del Santo Rosario, que los moradores le abrazaron casi todos, renunciando a sus errores, viéndose en poco tiempo, un gran cambio en la vida y costumbres de la ciudad.
 

miércoles, 15 de junio de 2011

Oracion por el Papa Benedicto XVI


" Tu eres Pedro, sobre esta piedra unificarè mi Iglesia
y las puertas del infierno no prevaleceràn contra ella.
Y a ti te darè las llaves del Reino de los Cielos"
                                                    Mt. 16,  18-19

Dios nuestro,
que en la serie de sucesores de Pedro
elegiste a tu siervo Benedicto XVI
como vicario de Cristo y pastor de tu pueblo,
escucha nuetsras sùplicas
y concèdenos que confirme en la fe a sus hermanos
y que toda la iglesia viva en comuniòn con èl,
unida por el vinculo del amor y de la paz,
para que todos los hombres encuentren en ti,
Pastor eterno, la verdad y la vida.
Pot Jesucristo Nuestro Señor. Amèn.

Oracion por los Sacerdotes




Oh Dios eterno y omnipotente, mira al rostro de tu Cristo.
y por amor de ÈL, que es el Sumo y Eterno Sacerdote,ten
piedad de tus sacerdotes,Recuerda. Dios misericordioso,
sino unos seres humanos dèbiles y fragìles.
Renueva en ellos la gracia que han recibido por imposiciòn
de las manos del obispo.Guàrdalos cerca de ti para que el
enemigo no prevalezca en ellos; a fin de que nunca hagan
nada que desdiga en punto alguno de su sublime vocaciòn.

Oh Jesùs, a Ti ruego por tus sacerdotes fiekes y fervorosos
por tus sacerdotes infieles y tibios; por tus sacerdotes que laboran
en casa o fuera , en campos de misiòn; por tus sacerdotes jovènes
y mayores; por tus sacerdotes moribundos; por las almas de tus sacerdotes
en el purgatorio.

Pero sobre todo te encomiendo a los sacerdotes que me son mas
queridos; Al sacerdote que me bautizô; a los sacerdotes que me
absolvieron de mis pecados; a los sacerdotes a cutas misas asistì
que me dieron tu cuerpo y tu sangre en la comunion, a los sacerdotes
que me enseñaron o instruyeron o me animaron y me ayudaron y a los
sacerdotes a quienes debo algo en cualquier otro modo. Especialmente....

Oh Jesùs, guàrdalos a todos cerca de Tu Corazòn y bendìcelos copiosamente
asì en el tempo como en la eternidad.   Amen.