Niño Jesùs: Tù eres el Rey de la Paz, ayudame
a aceptar sin amarguras las cosas que no puedo cambiar.
Tù eres la fortaleza del cristiano; dame valor
para transformar aquelloque en mi debe mejorar
Tengo mil dificultades: ayùdame
De los enemigos del alma: sàlvame
En mis desaciertos : ilumìname
En mis dudas y penas :confòrtame
En mis soledades: acompañame
En mis enfermedades: fortaleceme
Cuando me desprecien: animame
En las tentaciones : defiendeme
En las horas dificles: consuèlame
Con tu corazòn paternal: amame
Con tu inmenso poder: Protegeme
Y en tus brazos al expirar: recibeme
Amèn.
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